Primero fuiste un eco
albergado en mis pupilas,
una visión nocturna,
un roce en mis heridas.
--
Luego fuiste tacto, color,
alegría,
una sonrisa halagüeña,
más que un guiño,
más que una caricia.
--
Un estremecimiento,
junto a una mochila
cargada de sensaciones.
El sudor empapado
en su propio pecado.
--
Y el pecado se personalizó,
y no tuvo reparos, ni remordimientos
en sacar lo que siempre ambos
hemos llevado dentro.
--
Así fuiste fulgor,
fulgor corto, pero intenso.
Así fuiste placer carnal,
así nos fundimos
como las dunas en el tiempo.
albergado en mis pupilas,
una visión nocturna,
un roce en mis heridas.
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Luego fuiste tacto, color,
alegría,
una sonrisa halagüeña,
más que un guiño,
más que una caricia.
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Un estremecimiento,
junto a una mochila
cargada de sensaciones.
El sudor empapado
en su propio pecado.
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Y el pecado se personalizó,
y no tuvo reparos, ni remordimientos
en sacar lo que siempre ambos
hemos llevado dentro.
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Así fuiste fulgor,
fulgor corto, pero intenso.
Así fuiste placer carnal,
así nos fundimos
como las dunas en el tiempo.