Mi secreto murió en mis labios,
y más tarde vivió en sus ojos.
Mi secreto fue también suyo,
y un temblor inundó mis manos.
Las pupilas se dilataron,
y él fingía guardar la compostura.
Yo no fingía, sólo temblaba
entre mis propios tendones,
resquebrajada mi coraza.
Pensé que era el final.
Pensé que las sonrisas estaban lejanas,
cuando él me abrazó,
"no llores, tranquila, calma".
y más tarde vivió en sus ojos.
Mi secreto fue también suyo,
y un temblor inundó mis manos.
Las pupilas se dilataron,
y él fingía guardar la compostura.
Yo no fingía, sólo temblaba
entre mis propios tendones,
resquebrajada mi coraza.
Pensé que era el final.
Pensé que las sonrisas estaban lejanas,
cuando él me abrazó,
"no llores, tranquila, calma".