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miércoles, 29 de agosto de 2012

Relaciones

Recientemente he tenido "episodios" que me han hecho pensar en la mentalidad de las mujeres. Estos "episodios" se han basado básicamente en perder mis nervios y acabar tirando cosas con el propósito de no pegar a alguien. El caso es que las mujeres nos desquiciamos mucho más fácilmente que un hombre. En el caso de un hombre, normalmente todo acaba con un "lo siento" o simplemente el enfado se desvanece al cabo de un período entre los seis minutos y las dos horas. Así que empecé a pensar en el origen de esta diferencia (ya que tengo mucho tiempo libre al estar parada) y descubrí que las mujeres siempre queremos más.

No sólo queremos más, sino que también queremos que los hombres sepan lo que queremos. Pedir que los hombres adivinen lo que necesitamos es como pedirle a un perro que lea El Quijote. Y sin embargo, seguimos haciéndolo. Porque simplemente nos negamos a aceptar que sea así. ¿Tenemos que renunciar a esperar esos grandes fuegos artificiales? ¿ Pensamos siempre en el "Big Bang" cuando en la pantalla ya pone The End? ¿No podemos aceptar que ellos son más simples para este tipo de cosas?

Lo cierto es que son más simples, pero esta simpleza es positiva a la hora de la práctica. Cuando eres más pragmático la vida se ve mucho más sencilla, más simple. Pero, ¡no! Nosotras tenemos que complicarnos la vida, seguramente porque si no lo hacemos no somos felices. En el fondo creo que muchas de nosotras son incapaces de ver la vida de un modo más simple porque no encaja en nuestros esquemas mentales. Simplemente no encaja. Y por mucho que lo intentemos, no encajará a la fuerza sino con el tiempo, con los años, o nunca.

En realidad envidio el punto de vista que tienen los hombres frente a la mayor parte de las cosas...