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domingo, 27 de septiembre de 2009

Rlato corto 4

Alberto : -¿Por qué te llaman Amor?
Amor: - Porque la mitad de mí es todo dulzura.
Alberto: -¿Y la otra mitad?
Amor: Dolor.

Relato corto 3

-Hay algo que hace mucho debí decirte. Debí decirte que ansío el día en que pueda despertarme con tu sonrisa al lado. Ya son cuatro años sin verte, y ahora lo único que quiero es verte cada día.
-Para, no sigas.
-¿Por qué?
-Porque yo ya despierto con una sonrisa al lado todos los días.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pecado

Primero fuiste un eco
albergado en mis pupilas,
una visión nocturna,
un roce en mis heridas.
--
Luego fuiste tacto, color,
alegría,
una sonrisa halagüeña,
más que un guiño,
más que una caricia.
--
Un estremecimiento,
junto a una mochila
cargada de sensaciones.
El sudor empapado
en su propio pecado.
--
Y el pecado se personalizó,
y no tuvo reparos, ni remordimientos
en sacar lo que siempre ambos
hemos llevado dentro.
--
Así fuiste fulgor,
fulgor corto, pero intenso.
Así fuiste placer carnal,
así nos fundimos
como las dunas en el tiempo.

Carnales

El agua se calienta y fluye.
El agua hierve y salpica,
y más tarde quema las palmas de las manos,
manos rojas.

Las llamas se propagan,
mueven los paisajes terrenales,
resplanceden para dejar ciego
a aquel que se atreve a mirarlas.

Y tu vista..., tu vista encoge,
hace menguar mis ojos,
me marea y empequeñece.

Cuán carnales somos,
hechos de remiendos y cuarteos de vísceras.
Que sucumbimos y rogamos,
somos pastos del tiempo
y nuestros propios deseos.

martes, 22 de septiembre de 2009

Lo siento

No quise escuchar el murmullo que decía:
"¡calla!, ¡calla esta vez, no lo digas!"
Y la voz salió a borbotones
como espuma que humeaba en los labios.

No, la furia no me comió. Me la comí yo a ella.
Sucumbida la pasión del cabreo, ¿qué te queda?
¿Qué es lo que te queda? Dolor.

Pero no el dolor que el otro inflinge.
Sino el dolor que te infligí yo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Ya es de noche

Ya anochece y no estás en mi cama.
Ya anochece y tampoco lo estarás.
Tras la luna asoma tu sonrisa,
clara como el agua del oasis,
clara como un pequeño manjar.

Esta noche no me iluminas,
esta noche no te esconderás
tras la almohada ni en la cama,
y sólo oiré al viento pasear
entre arbustos que te llaman.

En el cielo negro brilla,
brilla tu omnipresencia
y al mirar
las puras estrellas
esta noche te siento respirar

cerca muy cerca, y sin embargo
sé que estás lejos y que quizás
mirarás al cielo como miro yo:
con ansias de verte,
pero de verte regresar.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Lo que el tiempo dejó atrás

Ya no salimos ni entramos,
ya no caminamos juntos
ni revueltos
en la misma dirección.

Si mirábamos a un futuro
tanto tuyo como mío;
ahora sólo nos reímos
de lo que el tiempo dejó atrás.

Cuántos soles se quemaron
en las aceras de nuestros dedos,
cuántas ilusiones zarparon
en busca de nuevos vientos.

Ahora gana el desconsuelo
y la falta de lágrimas;
cuando debíamos haber llorado
por lo que el tiempo dejó atrás.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cosas inflexibles

¿No has repetido tantas veces un palabra que al cabo de un tiempo carece de sentido?
¿No has mirado tanto tiempo al mismo punto que ya no distingues nada, sino que solo observas de soslayo figuras borrosas?
Eso es lo que pasa al mismo tiempo con el espíritu, con las ganas, que se gastan y disgustan entre los mares del tiempo, y la codicia de los humanos, que, ignorantes, hacemos uso de ellas, abusando de su humildad hasta que nos interpelan por la falta de escrúpulos.
No se puede mantener el ritmo tajante a ciertos puntos de la vida, no se puede forzar el palpitar de los corazones, que aún sedientos, olvidaron cómo preguntar.
No se puede pretender decir "eternamente" porque la eternidad es sólo un momento que muere en manos ajenas, o propias, que no se iguala al ideal que siempre enseñaron a los jóvenes pupilos.
No se puede catetizar el alma y los sentimientos de los humanos, que por el simple hecho de estar compuestos de vísceras, se revuelven y atacan a sus propias ideas.

No es eso lo que busco

Lloros en mejillas pálidas.
No, no es eso lo que busco.

Cortes en las llemas de los dedos.
No, no es eso lo que busco.

Nicotina inhalada a través de los ojos.
No, no es eso lo que busco.

Palabras en direcciones contrarias.
No, no es eso lo que busco.

Incompatibilidad e incomprensión.
No no es eso lo que busco.

Que me dejes ir y no me agarres de la mano.
No, no es eso lo que busco.

¿Es que eres tú
aquello que no busco?