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martes, 28 de abril de 2009

Amor 2

Amor.
Así lo llaman ellos.

Enchochamiento paranoide.
Así lo llamo yo.

domingo, 26 de abril de 2009

Untitled 2

Cuando se pierden las risas
y las caricias se ausentan.
Cuando las palabras ya no se oyen
tanto si se dicen como si no.

Cuando el tiempo no transcurre
más en sitios compartidos.
Cuando las historias se escabullen,
escurren y esconden...

Qué difícil será retornar.
Y volver a mirar con ojos iguales
a la situación ya nunca igual.

No se puede pretender recuperar
algo que no ofrece enlaces,
algo que se perdió entre horas
y ya, difícilmente volverá.

Cuando la confianza se aleja.

Barro y creación

Yo, que hice de la masilla, forma.
Yo, que con cincel perfilé ilusiones.
Yo, que saqué del rayo la luz.
Yo, que vi más allá de las sombras.

Tú, que del grano te hiciste persona.
Tú, el diamante todavía por pulir.
Tú, que acabaste por dar flores.
Tú, al final, la palabra inteligente.

Después de que del barro surgiera la belleza.
Después de arrastrarte en innumerables ocasiones.

Y ahora tornas y sonríes con refulgencia amarga...
Y ahora tus muecas no agradan ni imploran.
Y ahora rechazas y apuñalas a la creadora.

miércoles, 22 de abril de 2009

Estática movilidad - 1ª parte

Hoy no estás y yo también falto.
Mi cabeza se embotella en agua salada.
Hoy fracasa la correa de las ataduras
a esa realidad innovadora o flexible.

Un adorno en la pared colgado,
ya no se mueve ni transita.
Sólo decolora y difumina
la vista de esa habitación vacía.
No aporta ni aportará ahora
nombres propios o nuevas historias.

Hoy las luces de esta ciudad marchita
se apagan, distorsionan y paran.
Ya no brilla ese hilo plateado de esperanza.
Ahora sólo se deja paso a la contradicción,
a la irrelevancia de esos pensamientos
dándose empujones hora tras hora.

El taxi despojado de ruedas lleva
un contador vacío de dólares o euros.
Y la eficiencia del conductor
ya no es relevante ni oportuna.

La estática movilidad de las piernas
dormidas en camas de aire o espuma
quitan importancia al resto del cuerpo-
cuerpo inerte, de manos apagadas.
Cuerpo también estático a causa del frío
de las ventanas.




Estática movilidad - 2ª parte

El pelo se enreda entre
meñiques desafortunados.
Una cañería se atasca entre
acuerdos y desacuerdos políticos.

Todas las frases acaban por terminar
en un "sin comentarios" infructuosos.

El crío que salió de entre las vías
espera al tren que le lleve a la alegría-
al que no avisa pero a veces,
aunque se retrase, acaba llegando.

¿Se puede vivir en un túnel negro?
Con las ratas, sin llamas ni calor.
¿Se puede mantener una existencia sin dueño?

¿Cómo respirar entre el hedor del dióxido?
La víctima de la falta de oxígeno, ¿quién
será? ¿Quizás nosotros o ellos?
O, tal vez, ¿sólo yo?
Entre las casillas de un universo paralelo.

¿Quién despellejará a quién?
Quizás no se despelleje a nadie ajeno,
sino simplemente al propio cuerpo.
A uno mismo, a la mejor diana
predeterminada del crimen.

Lo que una escribe

Puede que lo que yo escribo no sea bonito.
Puede que lo que yo escribo no rime.
Puede que no sea poesía, puede que no sea prosa o que las dos anteriores sean respuestas correctas.

Puede que lo que yo escriba a veces no tenga sentido.
Puede que carezca de nexos, o que tenga demasiados.

Lo que yo escribo quizás no se pueda medir, o contar, o resumir.
Puede que se pueda tirar a la basura, o que publiquen un libro.

Simplemente, es lo que una escribe. Da igual si despierta sonrisas, arcadas, o ganas de llorar. Lo importante es que despierte algo.

martes, 21 de abril de 2009

Untitled 1

Estoy llena.

Me siento llena.

Llena de palabras inconexas. Llena de crema mohosa. Llena de tinta gastada y seca. Si al menos supiera que pertenezco a alguien, mi existencia sería mucho más fácil. Si supiera que alguien me necesita con rabia y con anhelo, con desesperación o pasión, o con ímpetu. Así sería sencillo y cómodo dar el aliento en cada respiración. Quizá doy el aliento sin saber.

Mirar la lluvia puede ser tan placentero y tan deprimente... No me importa mojarme. Me empapo con agrado. Pero sería más placentero empaparme de otras cosas que me arrancasen una sonrisa aún más grande, una sonrisa verdadera.

viernes, 17 de abril de 2009

No hay

No hay palabras
para describir
lo que unos ojos ciegos
no quieren ver.

No hay sonidos
que corten
el silencio decadente
de un alma rota.

No hay pastillas
que endulcen
el cristal empañado
de las energías.

No hay verdades
que duren más
de lo que dura
una persona.

No hay alegrías
que sean eternas
tras el telón
de la vida.

domingo, 12 de abril de 2009

En condicional 2

Si pudiera esconderme tras esas montañas que ahora encuentro tan lejanas, lo haría.
Si pudiera acallar el silencio de mis lágrimas, lo haría.

Si los ojos no me quemasen con tu fuego, cogería mi mochila de esperanzas vacía y me iría.
Si los pies no me cojeasen los vestiría con mi mejor sonrisa para sacarlos a pasear.

Si las mantas me quitasen el frío me cubriría en telas de seda.
Si los perros no me ladrasen atravesaría cercas y vallas.

Si las cartas no se volasen con el viento, jugaría una vez más.
Si el sol no me perforase la piel, saldría al calor una vez más.

Si pudiera cambiar y crecer, vivir y florecer, créeme, lo haría.

viernes, 10 de abril de 2009

Tiempos incomprensibles

Nuestro presente siempre acabará engrosando
la cuenta del pasado.

Hoy tú eres mi presente,
pero quizás en un futuro,
yo sea tu pasado.

Sin embargo, nada me agradaría más
que saber que en un futuro
seguiré siendo tu presente.

jueves, 9 de abril de 2009

Evolución

Una tarde de primavera. Un parque. Una chica con un libro manchado de café diciendo "¡mierda, se me ha caído el helado encima!". Yo. Un chico con gafas de sol, con un perro con gustos altamente olfativos. Tú. Charla sobre animales, sobre mi libro. Mejillas ruborizadas.

Así nos conocimos.

Un cine, unas copas. Otro cine, otras copas. Un cigarro. "No, lo dejé. Bueno, vale, sólo uno". Clases de literatura, Centro de Bellas Artes. Mi mundo, tu mundo. Un concierto, otro cine. Un poema, un cuadernillo de bocetos. Tu opinión, "¿qué te parece?". Mi opinión, "me gusta".

Así nos enamoramos.

Nos bañábamos en la piscina. Nos leíamos cartas, nos enseñábamos dibujos. Me ayudabas con las palabras, yo hacía de modelo muchas veces. Me sacabas fotos, te enseñaba inglés. Exposición de cómics. Veíamos películas de directores independientes.

Así pasaba el tiempo.

Me bañaba en la ducha. Leía cartas, dibujabas. Yo escribía palabras, tú pintabas a chicas. Yo sacaba fotos de monumentos. Aprendías inglés en una academia. Mis amigos me acompañaron a una exposición de cómics. Tú veías películas de directores independientes.

Así nos separamos.

Un libro: "Rimas" de Bécquer.
Una película: "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann.

Así nos volvimos a enamorar.

Always thinking of you

Stay close, close to me.
Don´t go away, don´t wake up in the morning without me.

Cry in my arms if you need it.
Kiss me on my lips if you want it.
Melt inside me if you want to forget.

I don´t want to see you dying inside, like a little bird singing in the rain. I´ll whisper a song that will calm your sorrow, like a muted spell.

I don´t know how to feel, knowing that you are not in your very best moment. I´ll do my best to be useful, however, I can´t really know if I´m being useful. Now we are alone, and the lights are off, don´t move ´cause I´m here. Even if you don´t see me, even if you can´t touch me, I´ll be right there, beside you.

Always thinking of you...

Pasado mejorable

Vacía, tu alma.
Inertes, tus palabras.

Aunque el reloj no pueda
sobre sí mismo girar
y yo no me arrepienta
de aquellas puestas de sol...

Cuán grande será el agujero
que anida en tus entrañas
aunque yo lo vea inmenso ahora.

No es cierto eso que dicen
"cualquier tiempo pasado
siempre fue mejor".

lunes, 6 de abril de 2009

Nacer ante el mundo

Levántate una mañana más.
Sonríe a ese espejo roto.
Maquilla las cicatrices de la desilusión,
y estarás listo para salir por esa puerta.
Mueve la cabeza para saludar una vez más.
Colócate bien la corbata.
O ponte la falda en su sitio.
Apreta bien el nudo en tu cabeza.
Guarda esos pañuelos para más tarde.
Alivia los dolores con una aspirina.
Miéntete y miente a los demás.
No sacudas tus entrañas ni
llores en ojos cercanos o lejanos.
Ponte una vez más esa máscara
y podrás nacer ante el mundo que tapa y oculta.

Nos vamos

Te marchas, sin intención de volver.
Sin ramo de flores en las manos.
Sin sonrisa entre los cristales.
Sin beso de despedida, te marchas.

Me marcho, apretando los dientes.
Con la ilusión todavía precintada.
Con el vestido recién planchado.
Con los ojos abiertos, me marcho.

Rallando la simple incoerencia
en la reproducción contínua
de mis propias sonrisas.
Sin presente ni futuro, nos vamos.

Y es que las emociones que se posaron un día en mis hombros,
no las compartimos, sólo me atacaron a mí.

Se nos pasó el café

Una vez dijiste que creías nunca llegaste a comprenderme. Tristes palabras sacudiéndose en una situación aún más triste.

Ahora tengo la miel caducada en los labios, aunque sin rencores quemando el fulgor del ayer. Quizás no pregunto qué más pudo suceder, si todas las cartas se pusieron en la mesa desnudas, descubiertas a unos ojos fijos, mirando al punto inexistente.

No hubo culpas, ni las habrá mientras los suspiros vayan en direcciones contrarias y las risas se distraigan y alborocen. Mientras el filo de la navaja no haga eco de su brillo bajo el sol.

Se nos pasó el café por calentarlo demasiado, por cambiar el recipiente, por echar quizás demasiada azúcar y cambiarla después por sacarina. No pediré perdón pues creo que jamás se necesitará. Y aunque se necesite, mis labios permanecerán cerrados, como permanecieron los tuyos aquella vez...

domingo, 5 de abril de 2009

Valores y penurias

Pena dan los que tapan bocas ajenas,
los que esterilizan los campos verdes
para acabar en lágrimas quemados.

Rabia es lo que se desliza
entre millones de caras con ojos abiertos,
lo que eriza el vello que se pose
en cualquier fila de sensibilidad trazada.

Valor que se transmite por aquel
que no tiene miedo a la palabra,
al micrófono encendido de frases
dirigidas a las multitudes.

Solidaridad es lo que se halla
detrás de esas manos alzadas,
innumerables entre la crudeza.
Lo que va más allá de los pechos
cubiertos con blancas camisas.

Cobardía es la palabra
únicamente merecida
a aquellos que cortan
una juventud boyante.

Libertad se traza en
la tan ansiada meta.
Lo que pidieron
tantas bocas sin temor
ni máscaras de porcelana.

El "jarrón de agua fría"
fue lo que encontraron
ese día entre poblados árboles
que no anunciaron una nueva luz.

Gritos humanos unidos,
palabras a un mismo coro,
dedos entrelazados a un solo paso...
Es lo que hubo, hay y habrá siempre
cuando todos los anteriores se manifiestan.

Tengo

Tengo una risa que se ríe de mí a intervalos.
Tengo una bolsa de histerias que se dan la mano o los puños.
Tengo un diente que se cayó por el exceso de azúcar en vena.

Tengo una cuchara con veneno que sabe a miel y una boca cercana que quiere probarlo para dar opinión y sacarlo al mercado.

Un mechero que no funciona para encender el tabaco de los días de primavera que pierdo entre mi casa y el césped. Un tabaco que no se consume casi nunca y que casi nunca se queda a medias.
Una carpeta en la que meto fotos de mis mascotas, de mis lugares, de mis aventuras y desventuras. Un mando a distancia que nunca será capaz de encender nada.

Tengo un corazón que espera a que aprenda qué puedo hacer con él.

Sin indiferencia

Me haría feliz, aún por una vez efímera, encontrarme
con tu rostro en una de mis mañanas.
Poder abrir los ojos y saludar sin esfuerzo y con agrado.
Hacer de mí tu manta y tu guarida,
hacer de mi cuerpo tu barco
y de mis brazos, tus remos.

Ser cóncava y convexa al mismo tiempo
para mecerte en la luna menguante
de las noches de verano interminable.

Ser materia en la nada,
ser nada en la materia.

Caminar alegre y despacio
sin destino por otros marcado.
Beber contigo un vino dulce y salado.

Quemar el guión de la vida con un cristal
orientado hacia el centro del sol
que hace brillar tu rostro.
Para que cuando sea tarde en el apresurado día
siga siendo todavía pronto para nuestros cuerpos
y la sonrisa que haces aparecer indiscreta en mi boca.

Te seguiré queriendo

Cuando la tempestad
inunde con su pronto
el vestíbulo del lugar
en el que te cobijas.

Cuando eleves la voz,
hacia mí dirigida
entre el fuego de la noche
o entre el de la furia.

Cuando los mares arrasen
tus tiernas mejillas
y las punzadas vuelquen
tu tímido corazón.

Cuando gruñas al cielo.
Cuando grites al aire.
Cuando te sumerjas
en la tierra seca.

Te seguiré queriendo
incluso cuando creas
que has perdido toda
razón para luchar.

En condicional

Si me encuentras envuelta en un periódico o en alguna estación de Metro, sonríe. Sonríeme.

Si escapas de repente por la ventana, yo seré tu cuerda, la que te lleve al cielo.

Si pudiera pedir, como hacen esas gentes en Sol, esperando una mano inclinada hacia abajo... Clamaría a los cantares de las nubes, sacaría la cuerda para subirla por la ventana, me zambulliría en ese pragmatismo exótico.

Descolocaría mis pies para nunca más anclarlos al suelo que me dio la vida y quizá me la quite ahora.


Y en esta noche es cuando pienso que plantaría una semilla que creciera en cúpula para cubrir la lluvia ácida de tu preocupación.

Si sólo pudiera sacar de mí todo lo que llevo dentro, y enseñártelo, como un libro de páginas amarillentas y manchadas de café.

Cómo desería ser ese objeto de tus versos. Esa sonrisa que dibujas de vez en cuando entre los cristales de cualquier bar de Madrid.

Me complacería creer de verdad... Si pudiera contártelo todo, exprimir el jugo de tantas palabras que no sé como derramar... Lo siento si peco con la incontinencia de mis manos, si no sé expresar lo que siento, si callo, si no digo.

Aún hoy me pregunto cuál sería el secreto de esos ojos azules que tanto me intimidaron y tanto me erizaron hasta el alma.

Pero quizás sólo soy una foto olvidada que miras de vez en cuando, sin pensamientos fijos ni pupilas dilatadas.

Y es ahora cuando a menudo pienso qué sería de mí sin los fideos en la sopa, sin la voz en la música, sin los gajos de la naranja, sin el sol en los amaneceres...

Lo siento si quizás te pierdo por no saber si te importo, o por saber que me importas demasiado. Porque si no me siento persona, si no me siento real; fue por tu culpa, bendita culpa. Si me agarro al borde de la ventana, sacando los pies por el tejado.

Me siento como en la calma que precede a la tempestad. En algún momento estallará, si no lo ha hecho ya y no me he dado cuenta.



*Esto se hizo a partir de oraciones en condicional de otros textos que creé con tiempo y quizás algún cigarrillo de más. Todas están sacadas de alguna entrada, y sin embargo, el resultado se podría dedicar a tantas personas como frases hay. He intentado que tenga algo de coherencia y cohesión, dentro de lo que cabe, ya que en mis textos creo que ambas siempre faltaron más de lo normal.

A vosotros.

viernes, 3 de abril de 2009

Llegaste tú

Entre chupitos, alcohol y alguna risa, llegaste tú. Con mirada felina y palabras de incongruente, o quizás demasiado congruente descaro. Entre un cigarro, una copa, una luz azulada de bar de festejos.

Cuando el temor inundaba la noche, y la desgana, el tren. Cuando las hojas caían al estéril suelo, cuando mis ojos no esperaban gran sorpresa, cuando la desilusión se escondía bajo mi almohada, llegaste tú.

Con tus rojos labios y tus versos , con esa capacidad de vender hasta el alma de las nubes rotas. El telón de mi ventana se desplegó de nuevo para mostrar nuevos horizontes, pintar amaneceres y lucir montañas nevadas en una escapada.

Retorciste el rubor de mis entrañas hasta mostrarlo en mis mejillas. Me consternaste bajo la preocupación de un alma encantada. Ampliaste las comisuras de mis labios que ahora saludan a mis orejas. Recortaste un patrón nuevo de vivencias y humor agridulce.

Y en esta noche es cuando pienso que plantaría una semilla que creciera en cúpula para cubrir la lluvia ácida de la preocupación.

Tú tocaste una nueva melodía para mis oídos y yo tocaré otra para ti. Te sonreiré como hacen los fieles y me colgaré el rosario del sentimiento en el cuello. Porque, ¿de qué otra manera podría obrar desde que llegaste tú?

Necia (reeditado)

Descolocaría mis pies
Para nunca más anclarlos
Al suelo que me dio la vida
Y quizá me la quite ahora.

Excavaría un pasadizo
Desde mi corcho hasta
La arena que se mueve y
transforma bajo pies ajenos.

Cambiaría mi apariencia
También mis motivos,
Mi lugar de residencia,
Mis sábanas vacías.

Para volver a ser un punto,
abrir por primera vez los ojos
y comprar zapatitos
pequeños y nuevos.

Exprimiría la creación
De una nueva vida
Con el único propósito
De volver a ser una necia.

jueves, 2 de abril de 2009

Herida

Con una flecha en un costado que penetra poco a poco o aceleradamente.
Entre mantequilla ácida.

Anclada en un bote de arenas movedizas.

No sé aún si quizás de muerte
herida,

o si he muerto ya.

Mis manos ya están enrojecidas y sigo trabajando la tierra una vez más.


Las tijeras ya están podando la unión de mi cuerpo con esa cosa que parece seguir latiendo aún.

Herida.

Vete

Devuélveme los pantalones, y tendré el gran honor de salir por esa puerta para nunca más volver a entrar. O abrocharte el cinturón , o azotarte con él, para que salgas tú.

Vete, y volveré a sonreir.
Vete, Tristeza que se acuesta en mi cama.

miércoles, 1 de abril de 2009

Tristeza irremediable

Nunca podré mantener el sentimiento de bienestar.
Tampoco me sentiré especial, ni única, ni importante. Sino total y sin dudas prescindible.
Jamás creeré que mis besos son más de lo que son, ni mis palabras.
No llegaré a creer que no estoy en aquella lista y que no me colé por suerte, porque es lo único que me mantiene, la suerte.
Nunca sentiré la necesidad de ser necesitada porque mis convencimientos aseguran que jamás me necesitarás.


Nunca, a tu lado.


Me siento un gran bulto en medio de tu camino.
Una barrera en las manecillas de tu reloj.
Una sonrisa sonsacada con un punzón ardiente.
Quizás lo más conveniente sería apartarme de esa carretera, que debería estar tan organizada, para deslizarme por la tierra, para que no me toquen el cláxon, para no sentirme errante. Porque cuando se dice que el momento no importa, siempre se acaba mintiendo.

De Noche (reeditado)

Estrellas y montañas.
Blanco y azul marino.
Sonrisas, comida mal preparada.
Calcetines en el suelo.
Empieza la diferente vista
de mi propia noche en Madrid.

Vasos vacíos en una bolsa sin papelera.
Cigarrillos apagados.
Sólo una cama.
Un cordón atado a tus pantalones.
Mirada viciosa.

Desorden acumulado.
Ropa volando rauda entre risas.
Panceta, pan.
La horma de mi zapato.
La horma de tu zapato.

Una manta que siempre me quitas.
Cena de repuesto.
Películas adormecedoras.
Un "buenas noches".
Un "¿tú tampoco puedes dormir?".
Envoltorios cuadrados.

Un impacto.
Te desabrocho la boca.
Baja esa mano.
Conversación sobre experiencias.
Un "buenos días" después.

Todo esto y mucho más
son esas pocas noches nuestras
.

Alguien especial

Nunca pensé que fueses a convertirte en lo que eres hoy.
La primera vez que te vi supe que en tus ojos la desesperación había fabricado su guarida.

Llena de ilusiones fui a buscarte aquella mañana, sin saber si todo saldría bien, si ambas nos adaptaríamos a la otra. Te ofrecí una vida nueva. Te presenté a mis amigos, a mis ligues. Te conté confidencias. Te puse unas gafas de sol, una palestina, te saqué al frío del invierno y al calor del verano.

Ahora me miras con otros ojos. Ahora incluso me persigues, y cuando no lo haces, te busco yo. Es difícil expresar como alguien así puede convertirse en una compañera de experiencias, de juegos, de penas. Cómo si estoy enferma corres a la vera de mi cama para acompañarme, cómo te entristeces cuando yo lo hago, y cómo te alegras cuando yo sonrío.

Es difícil comprender la compañía que me otorgas. Es difícil explicar que siempre serás más de lo que la gente ve en ti. Es difícil comunicarte que fuiste mi evasión, mi compañía en los días solitarios.

Resulta complicado que los demás entiendan que el dicho de que el perro es el mejor amigo del hombre es algo más que un dicho: es una realidad.

Caminaremos juntos

Bésame, abrázame, que no me de vergüenza tener que pedírtelo.
Ya hace un tiempo... Pintaste una raya discontínua nueva en mis ojos. Yo pintaré otra llena de notas musicales para ti.
Te agarraré de la mano hasta que llegue el final de esa carretera.
¿Qué otra cosa podré hacer si ahora cuelgo de tu raya hecha de tiza?
No la borres, y seguiremos caminando juntos por ella.

Palabras en huída

El cielo dibuja una lluvia horizontal entre telones de teatro rojos. Las llaves suenan en un bolsillo perdido. Y yo aquí, en un banco mojado, liando un cigarrillo con papel que no pega.

Me he perdido entre el suelo y el cielo, entre la acera y la carretera, entre el oxígeno y la nicotina. Escribiendo cosas sin sentido que nunca rimarán entre sí y que a veces alzan la pierna para pegarse entre renglón y renglón. En otros momentos, las palabras se rascan la cabeza pensando qué harán a continuación o si deberían escaparse de esos textos con una cuerda hecha de sábanas y cortinas rotas.

Por eso no encuentro las frases que deberían anunciar unos pensamientos premeditados a conciencia para despertar sensibilidades y erizar los vellos más apocados y tímidos.

Si me encuentras envuelta en un periódico o en alguna estación de Metro, sonríe. Sonríeme. Y yo haré lo mismo. Pensaré que alguna de esas palabras que perdí, alguna de esas partes de mi propia conciencia, se fue con vosotros, volando y anidando en vuestras cabezas para tomar el sol y lucir un buen moreno en verano.

Si reconozco alguna de esas palabras en vosotros , yo sí sonreiré. Pensaré en cuánto deben haberos deseado para abandonarme a mí. Pensaré en la ironía que es crear y traicionar al creador.

Necia

Descolocaría mis pies
Para nunca más anclarlos
Al suelo que me dio la vida
Y quizá me la quite ahora.

Excavaría un pasadizo
Desde mi corcho hasta
La arena que se mueve y
transforma bajo pies ajenos.

Cambiaría mi apariencia
También mis motivos,
Mi lugar de residencia,
Mis sábanas vacías.

Para comprar zapatitos
Pequeños y nuevos, abrir
por primera vez los ojos
Y volver a ser un punto.

Exprimiría la creación
De una nueva vida
Con el único propósito
De volver a ser una necia.