Etiquetas

lunes, 12 de enero de 2009

Invierno

Todavía queda un poco de nieve en aquel árbol. Se resiste a marcharse, a abandonar su lugar, para convertirse en lo que le corresponde: agua, y después en una ínfima parte de una nueva nube.

En Invierno es cuando la gente se siente más sola, y más acompañada al mismo tiempo. La época festiva se ha ido ya, y volvemos a nuestra rutina, mirando por la ventana cada vez que sale un rayo de sol. Nos cobijamos en cafeterías, habitaciones y bares buscano un poco de calor, en ocasiones calor humano. Esperamos a que vuelva el buen tiempo.

Ahora es cuando nos hacemos propósitos de año nuevo, propósitos que probablemente no llegaremos a cumplir jamás, pero ahí está la intención. Todo se quedará en eso, en la intención. Y mientras tanto esperaremos a que nos den las vacaciones de Semana Santa o a que llegue el próximo puente, o a lo que sea, porque nos agarramos a la ilusión de no tener que permanecer eternamente en nuestros trabajos o carreras.

Al fin y al cabo, todos somos como ese montoncito de nieve, que se resiste a volver a la rutina, que no quiere tener que moverse, sino aguantar hasta que no le quede más remedio que irse.

sábado, 10 de enero de 2009

Algunos pensamientos

Hoy te eché de menos. En realidad, te eché de menos desde que te fuiste ayer.
Sin ser nada y siéndolo todo a la vez; en una situación extraña, confusa y placentera, y a la vez tan correcta. Todo es correcto, todo está correcto. Estamos y somos, pero ¿de qué manera?. Supongo que estar y ser es suficiente. Sin embargo me sorprendo buscándote entre las sábanas de mi cama, entre mi almohada y mi ropa. Y espero, mirando el reloj cada media hora pensando en que ya queda menos.
Busco tu sonrisa y tu mirada, siendo cómplice del error de caer otra vez. Te miro mientras intentas dormirte y cuando ya estás dormido. Me doy cuenta de que no existe un por qué, pero lo hago. Memorizo el sonido de tu risa y de tu voz, y tu olor.
Cada vez que alguien dice algo sobre la nieve me acuerdo de ti. Intento componer pero no me sale la letra, se me nubla la mente, y no encuentro las palabras, como ahora. Me aferro a la idea de que volverás, no sé cuándo, pero volverás, o volveré yo. Mi espera se regocija pensando en ese momento.
Busco un final feliz, como el de las películas, vivo en una película sin final, no lo veo, no llega. Pero seguiré buscando ese momento en el que no mire el reloj, en el que no sepa la hora que es. No quiero seguir viviendo con este virus que me come las entrañas, que arde en mi estómago.
Esperaré.