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martes, 23 de marzo de 2010

Esperanza e ilusión


Si algún día decaes, recuerda que antes y después siempre hubo y habrá una subida.
Si algún día te enojas con fervor, recuerda que el día sólo tiene 16 horas despiertas, muy pocas para pasarlas enfadado.
Si algún día crees que ya no hay salida, abre la ventana y ella hará de entrada.



-A veces tenemos que aferrarnos a lo que encontremos
Para seguir soñando vivos-

sábado, 20 de marzo de 2010

But...

Me gustaría llevar un ángel debajo de la ropa, y que cuando me la quites, brillase
...
Me gustaría desearme en el espejo, sacar más la lengua y subir la ceja izquierda
...
Me gustaría tener una luz especial, poder silbar, y montar en bicicleta
...
Pero no

Somos

Somos diferentes.
Somos únicos.
Somos iguales.
Somos lo que queremos o simplemente lo que nos hicieron ser

Brain storm 2

Se hace tarde y las sombras colapsan las calles rancias.
Es increíble, sí, si estuviese aquí algo más que un reflejo.
Pero hay que atrapar al pájaro que se mueve solo, y plasmar
palabras inconexas que salen a borbotones de una parada de metro.
Y el piano aún suena entre mucho, mucho humo.
Las alcantarillas transpiran y un chico vomita en la acera.
"This is a private show"- dijo el londinense.

Reflejo

En realidad lo que ves en una persona
es solo el reflejo de lo que en realidad hay,
reflejo carnal o que transpira por la boca en forma de oraciones.
La realidad se encuentra debajo de los poros
y sólo uno mismo, y probablemente ni uno mismo,
llegue a conocer lo que se encuentra dentro.

Lo que conoces es solo un reflejo.

Esperanza

"La esperanza es lo último que se pierde"-
dijo alguien sabio alguna vez.
No la pierdas tú, el que aún vive,
el que aún tiene por lo que luchar.

Aprenderé


Algún día aprenderé que mi belleza no es lo primero.
Algún día aprenderé que la tristeza aporta menos puntos que la alegría.
Algún día aprenderé que las palabras sólo son susurros de un viento que vuela lejos,
que los errores de la vida siempre nos enseñan algo,
y que los cigarrillos no aportan glamour a mis manos.

Mientras tanto, sigamos engañándonos.

lunes, 15 de marzo de 2010

Confundí

Entre tanto desorden confundí los labios rojos
con mentiras, perdón y un "empezar de cero".
Entre tanto desorden confundí el cerebro astuto
con la pereza que siempre evita el cambio.

Batalla perdida

Siento que ya me tocó perder esta batalla.
No la primera de tantas, pero sí
la primera pérdida de todas.
El primer atisbo gris ya lejos
se posó en mis ojos, aunque aún desconozco
si también lo hizo en los tuyos.

Y ahora no sé que hacer conmigo misma
ni con tu extraña sonrisa de intervalos borrosos.

Las nubes lanzaron sus truenos
sobre esto que nos traíamos entre manos
y que al final, se rompió, entre tejidos
de angora y seda, seda de las sábanas que un día
osamos compartir.

Tarde para el comienzo

Él se abrochaba aún la camisa,
se colocaba las chorreras de forma elegante y parsimoniosa,
mirando de soslayo los cabellos castaños de ella.

Ella tenía una copa de vino tinto en la mano,
colocándose las enaguas con sus finos dedos, sin mirarle,
no hacía falta mirar más que al cristal italiano de la copa.

Él salió, dándole un cálido beso entre el pelo,
pero ella no se despidió, no dijo adiós, ya era tarde.

'My feet are at Moorgate, and my heart
Under my feet. After the event
He wept. He promised "a new start".
I made no comment. What should I resent?'

"Mis pies están en Moorgate, y mi corazón
debajo de mis pies. Después del evento
él sollozó. Prometió "un nuevo comienzo".
Yo no dije nada. ¿Por qué debería ofenderme?"

jueves, 11 de marzo de 2010

Calma y nada

Todo fue barrido por el viento.
Las hojas sucumbieron a su encanto
y la lluviá limpió los ecos de las palabras.
Las persianas dejaron de moverse
y todo quedó quieto, mudo, inerte.
La calma llegó,
pero no sin que antes
llegara la tempestad.

martes, 9 de marzo de 2010

Se fue

Las emociones se fueron
entre lo que pensé
que eran las preparaciones
de un futuro mejor.

Una copa vacía
con una aceituna muy, muy pasada,
la que nunca nadie se atrevió a comer.

No pensé que llegaría el día
en que dejase de pensar en ti.
Nunca pensé que olvidaría
esa calidez que creí tener.

Miro sin acritud, aunque parezca imposible en mí.
Miro con dejadez, a aquello que el tiempo minó
y yo no supe detener.

Predicción - 3ª parte

Esos mechones de pelo casi negro...

Abrimos la puerta de la renfe y entramos. Y él empezó hablar. Esa voz. Ya no sabía si quererla u odiarla. Habló de la Universidad, de cómo estaban las cosas en su casa, de su hermano, de todo. De todo menos eso. Y yo seguía el rollo, aunque en realidad miraba a un hombre, ya mayor, sentado cerca de nosotros que leía un periódico.

Después de todos los temas nimios par aquella ocasión supuse que diría un "tenemos que hablar", "tengo que contarte algo". Pero no lo hizo, y entonces yo pregunté : "¿qué pasa?". Dijo que nada, que todo estaba bien, y entonces... Lo vi claro, no. No iba a dejarme, para él todo estaba bien. Estaba a gusto conmigo, eso fue lo que supuse, pero tenía que preguntar. No quería alargarlo más, quería darle la oportunidad para que lo hiciera allí mismo, para que abandonase el tren, no, mi tren. Le pregunté si estaba a gusto conmigo, y contestó que sí, que claro. Preguntó que si yo estaba a gusto con él.

Dije: -"No. Tenemos que hablar".

Así fue como todo terminó. Le dije que era la hora de que nuestro camino se separase. Así es como las cosas tenían que ser, así debía acabar. Todo tiene su fin, y éste es el nuestro. Intenté explicarme, pero creo que no hizo falta, porque todo estaba claro. Lo dejé, lo dejé yo. Porque me di cuenta de que la necesidad había desaparecido, y si no hay necesidad, tampoco hay un porqué que mantenga las cosas. O quizás lo dejé yo simplemente por hacer lo único que se me da bien: huir.

Predicción- 2ª parte

Lo vi, sé que lo vi.

Ahí estaba él, mirando a las vías, golpeando una bola de papel con los pies, sin meditación, simplemente sumergido en sus propios pensamientos. Intenté pararme en las escaleras para que él no detectara movimiento, y por tanto, no mirase hacia mi dirección. Le observé cerca de un minuto. La pelotita se le escapó de los pies y cayó a la vía, como iba a hacer yo si pasaba lo que creía que iba a pasar.
O quizás no.
Quizás, pensé, él dará el paso y ya nada importará. Puede que ni si quiera importe ahora, ahora que el viento gélido ha congelado los sentimientos que mi interior gestó con tanto empeño. Quizás este tiempo me ha echo aprender que en realidad no tengo nada perdido, que en mi vida no debe existir el número dos, que con un uno también soy feliz. ¿Y si me da igual?

¿Y si no es así? Entonces se giró. Y me vio.

Yo intenté parecer calmada, suelta, pero ya de poco servía. El momento había llegado. Sonrió, me sonrió casi en los ojos, y esa fue la sonrisa que más recuerdo de todas las que ha habido en mi vida, aquella que enmarca el adiós, aquella que le sirve de contexto al Final. Quizás me diese igual, o no, pero no sabía qué hacer, así que avanzé, ya era inútil volver atrás. Le saludé, con un pie delante y el otro dando vueltas, como queriendo escapar. "Hola", me dijo, me cogió del brazo, me acercó a él y sus labios rozaron los míos, aunque no fueron dulces, pero sí intensos.

El momento fue largo, más largo de lo que en realidad fue. Y al separarme y abrir los ojos, el tren pasó a nuestro lado, despienando esos mechones de pelo casi negro; esos mechones que con tanto fulgor agarré en varias noches perdidas. Entonces pensé que estaba guapo, irónico, que en ese momento le viese más atractivo que la primera noche que le conocí.

El tren se paró, y esos mechones de pelo casi negro seguían despeinados.

domingo, 7 de marzo de 2010

Tentación

Tentación
es esa que debes evitar.
Pero que a veces te embriaga
entre alcohol y cabellos no tan blancos.
El que te dice que cada "ahora"
es un tiempo pasado, y sin embargo,
te muerde en los tiempos futuros

Vuelta de subida y bajada

Quizás caiga en el lugar
del que salí anteriormente.
Quizás sea más humana,
de lo que pensaba,
tropezando siempre
con la misma piedra.
Quizás soy la que
se desangra entre más sangre
seca de un rojo taurino.
La que no mira por la ventana,
y se pisa a sí misma los pies.

Otro corto

Hay veces que no entiendo mis reacciones, ni las de los demás, y pregunto si hemos sido humanos.
Hay veces que la falta potencia la existencia de mis sentidos,
pero en otras ocasiones me hunde y zambulle en bailes de absenta y opio.
Y sin embargo, sigo viviendo, sigo en la acera, sigo cayendo y resbalando
en la lluvia sin aire, en la cordura perdida, en lo que pudo ser y no fue.

Otra de esas

Otra de esas experiencias:
Quizás hoy estoy por recordar. Pero también viene a mi mente el momento en el que otro de esos desconocidos de mi vida me preguntó si me hacía una foto con él. Ni si quiera sabía su nombre, ni si quiera me saludó. Simplemente preguntó si me haría una foto con él. Y yo, sin saber cómo, accedí. Resultó ser un chico que había estado en Inglaterra, y con eso ya me ganó- compréndase, una filóloga que nunca ha pisado tierras anglosajonas. Desde luego, from lost to the river.

No sé si alguna vez conoceré algo más que lo que aquella noche de chupitos conocí.

Untitled 9

Yo estaba tumbada, en mi cama. Él..., realmente no supe lo que hacía hasta que se acercó a mi habitación. Se sentó al borde, y con la mano izquierda me acarició la pierna. Me miró, con ojos penetrantes, y yo pensé, antes de que él se lanzase otra vez a besarme, que era un perfecto desconocido de perfectos ojos azules. No hizo falta mirar a ningún otro sitio que ese para comprender que en aquel instante se convirtió en otra cosa.