Etiquetas

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Decisión

Hoy sigo sintiendo su tacto en mi piel.
Hoy sigo palpando esos brazos a mi alrededor,
sigo notando esos ojos sobre mí.
Hoy vuelvo a hacerme daño.
Vuelvo a partirme en dos:
en el ansia de cruzar esa puerta
y correr en dirección al sonido de su voz;
y quedarme anclada donde me hallo
para dejar que el tiempo haga lo suyo.
Un eco en mi mente se repite, incesante,
inquiriendo, acosándome con la duda
de si lo que habré hecho no será un error.
La incertidumbre toma forma en las noches,
cantando nanas que desdibujan la luna.
Hiere, lastima la idea de no volver a sentir
lo que a su lado sentí.
Y a pesar de todo, aprendí a perdonar.
Aprendí, aprendí a perdonar.
A no guardar rencor, a ver lo bueno.
Hay cosas que sólo tienen sentido contigo.
¿Lamentaremos para siempre una decisión fatal?

martes, 25 de diciembre de 2012

Cantar

Le miro y me devuelve la mirada.
Y de pronto, como dos imanes
que no dominan sus actos,
nos atraemos.
Es una conexión mística
que no acabo de comprender.
Hace que todo esté en su lugar.
Yo estoy en mi lugar.
Como si el tiempo no hubiese trascurrido,
como si volviéramos al pasado.
A ese pasado placentero.
Y se hizo una luz simple.
Y al mismo tiempo tan compleja.
Su tacto es familiar, cercano.
Es la sonrisa de siempre.
Es el aliento que tanto he codiciado.
Y sin embargo es un aliento
tomado en un aire ya viciado.
Me apena, me abruma, me alegra.
La tristeza me acompaña,
y en un susurro se despliega en mis ojos.
Por todo aquello que no se dijo,
por todo lo que se debería haber hecho,
y todo lo que no se debería hacer.
Es un cantar de un final anunciado.