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martes, 29 de noviembre de 2011

Somos el futuro

Compartimos un origen, quizás también un destino
Sí, todo cambia cuando nuestros labios no permanecen sellados.
Lo que fue certero a un tiempo ahora nos es borroso,
mientras alargamos el brazo a la bruma que se extiende ante nuestros ojos.
Merecemos un futuro, merecemos una explicación.
Somos más de lo que nos han hecho ser,
somos una voz que grita,
somos muchos los que luchan.
Somos tantos, que sólo con la fuerza de la palabra
podríamos mover el peso del mundo.
Somos más de lo que quisisteis,
así pues, no os paréis, no os calléis, no desistáis.
Ninguna batalla se ha librado sola.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Los de arriba

Sólo son animales que se alimentan de otros
cuando por fin han sido derrotados.
Como cazadores esperan a ver
a la presa derrotada,
para hacerla sucumbir.

Agotan nuestros recursos,
exprimen nuestros cuerpos,
lijan nuestra moral,
para que al dejarnos acorralados,
puedan ponernos un punto final.

Si nuestra carne y esfuerzo no son suficientes,
si nuestros bienes son escasos,
descargan su furia en nuestros herederos,
herederos, les hacen creer, de un mundo mejor.

Ése es el engranaje de nuestro mundo,
el que sólo da la bienvenida
si tú, a cambio, tienes todo por ofrecer.

Dónde

¿Dónde estaban los Dioses?
¿Dónde cuando el Destino nos engullía?
¿Dónde estaban cuando sus gentes perecían
en el camino hacia sus sueños?
¿Dónde, cuando las madres no podían
alimentar ya a sus vástagos?
¿Dónde, cuando la vida fue cruel, nociva, aniquiladora?
¿Dónde, cuando aquellos que partieron
hacia una vida mejor
languidecían en las calles?
¿Dónde estaban los de las promesas de futuro,
cuando incluso el presente empezaba a lastimarnos?

Fuimos felices

Bajo las hojas de un sauce fuimos felices,
bajo los rayos del sol fuimos felices.
Cuando llovía o nevaba,
y tras un tiempo,
hicimos una promesa no escrita,
un voto nunca puesto en palabras.
Cuando los capullos estallaron en flor,
fuimos felices.
Desafiamos al tiempo, al espacio, y al desánimo.
Nos creímos invencibles, y al descubrir
que sólo éramos unos mortales,
sucumbimos al otoño.
Bajo las hojas de un sauce fuimos felices.

sábado, 23 de julio de 2011

Por una ventana en Callao

Él nunca será mío.
Tras una ilusión sólo yace la verdad.
Lo que refleja la mañana
es el eco monónotono de una lenta repetición
de unas pocas noches pasadas.
Toca volver a casa,
es hora de aspirar la realidad
y no pensar más en momentos vacuos
que huyeron por una ventana en Callao.

domingo, 17 de julio de 2011

The last moment

One last kiss, with a sour flavour burning in their lips.
A last smile dedicated to each other´s eyes,
and two hands losing the touch from each other,
floating away, falling from their souls in just a moment.
"Time" is the word which they don´t allow themselves to think about,
"Now" is the sole sustainable word in their path,
whispered to the ethereal night that is watching them.
The owned nothing, they only shared the same sky.

Preguntas al cielo

La luz de la luna sólo atrapa y envuelve,
dichada noche ¿cuándo dejaremos de codiciar tus encantos?
¿Seguiremos siendo humanos cuando las estrellas nos engullan?
Caprichoso destino, ¿nos brindarás risas o lágrimas?
¿Caeremos ante la luz de una nueva mañana
o saldremos al viento ardiente que airee nuestras ilusiones?
Te invocaremos como la sonrisa de un niño, tú Fortuna,
para que nos levantes o nos dejes caer en el intento.

lunes, 11 de julio de 2011

That voice

I still hear that voice in my mind.
It chases me, haunts me, and in dreams -
it whispers to me.
It is a stowaway in my head that was installed there.
It has been a long time since it travels with me,
always by my side.
Sometimes it caresses me,
and there are others in which it hits me.
And sweetly it vomits words
that remained etched in my body and -
in my red heart.
It mutters "you fell again",
it shouts "you are a mess"
and it says "you must be perfect"
Be perfect... Be perfect...

domingo, 10 de julio de 2011

I see your face

I see your face in the strangest places,
and it seems to me that every man looks like you,
and it seems to me that you are behind me
waiting to hold my hand,
like a presence that is repeated
during the long sleepless hours.
Following but hiding,
in an obscure absence
of breath and substance.
Maybe because we seek what is impossible to find,
maybe because we want what we cannot have.

El principio de un final

Por vez primera en nuestra historia
no deseaba que aquellos brazos me enlazasen.
Por una vez sentí mis manos gélidas
y mi interior inerte ante sus caricias.
Lo que tan largo tiempo se anhela,
en poco tiempo se destruye.

martes, 7 de junio de 2011

Tiempo

Ya no queda nada.
Al final las manecillas del reloj pasan para todos, y también para mí.
Parece ayer cuando miraba al cielo invernal,
parece ayer cuando ahogaba una risa y un llanto en alcohol al día siguiente.
Se me antoja lejano y sin embargo cercano el día en que empecé a sollozar
y creo que aún es más cercano el día en que empecé a reír,
a recordar que todo lo malo pasa, y que lo bueno siempre se aproxima.
La primavera llegó para dejar los campos estériles atrás
y recordar a nuestras mentes que el tiempo es efímero y sucumbe
tal y como sucumbimos nosotros a la caída de las hojas.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Inexistente realidad

Ahora ya no hay nada,
la Nada aparente.
Se consumen, se ahogan
los pensamientos,
para dejar de existir.
Momentos que se zambullen
en un paso hacia la noche.
Momentos que terminaron
para nunca volver a empezar.
Recuerdo, sólo un reflejo,
de la inexistente realidad.

domingo, 15 de mayo de 2011

Un uno

Cuando era un poco más joven (no es que me sienta particularmente vieja en este momento) solía tirarme en la cama simplemente para pensar. Pensar sobre la vida, sobre sentimientos ajenos y propios, sobre la sociedad, sobre el mundo y sobre mi mundo. Cometí el fallo de nunca escribir mis conclusiones, pero ayer me encontré con un cuadernito que solía usar desde que tuve unos catorce años. Siempre me gustó escribir, me liberaba, me reafirmaba y me hacía sentir dueña de mis propios secretos y sensaciones. Y en ese cuadernito rojo apuntaba desde las cosas más efímeras hasta las cosas que me parecieron más importantes. En una de esas hojas desteñidas mi cuerpo se transportaba a otro lugar distinto, aunque no materialmente. También creía en los viajes astrales, y soñaba con hacerlos, con dominar una práctica de dudosa reputación. Sueños infantiles.

En esa ocasión comprendí algo que me acompañaría el resto de toda mi vida, y que ya había despertado en mí una curiosidad morbosa: la idea de ser un animal más, de ser una parte más del mundo en el que vivimos, ni más ni menos importante que cualquier otra gacela, lince o lobo que habite en cualquier parte del mundo. Desde el ártico hasta las tierras arenosas "que se transforman bajo pies ajenos". Hemos perdido la conexión mística que nos unió siempre a la tierra, y al perder eso olvidamos lo que realmente somos: animales. Tenemos raciocinio, sí, pero no nos diferenciamos en nada de ellos en cuanto se trata de lo más básico. Respondemos a nuestros deseos carnales de la misma forma que lo harían ellos: cuando queremos comer, comemos; cuando tenemos sueño, dormimos; cuando queremos tener sexo, lo tenemos (si se puede). Somos parte de una naturaleza que fluctúa, de un mundo que se va hundiendo lentamente.

Deberíamos encontrar las más profundas raíces que nos atrajeron a la tierra, que nos unen a ella y que deberían seguir uniéndonos. Desde el niño que está naciendo en este mismo momento, hasta el anciano que perece en su cama, desde Lima hasta Tokio, todos somos parte de un uno. Un uno que nunca llegará a conocerse completamente, pero que habita en el mismo planeta.

viernes, 13 de mayo de 2011

Prisión

A veces miro por la ventana con la esperanza de verte aparecer.
En mis sueños te transformas en nubes grises que más tarde
se evaporan para no dejar rastro, sólo sequía y duelo.
Y es que es así como el corazón se queda, en duelo constante.
Los sonidos que llegan a mis manos son lo que siempre me recuerdan a ti:
inalcanzables, destructibles, vulnerables, efímeros, sueños
de la presa que queda encerrada siempre en la misma prisión:
la prisión de la escasez de tus labios.

Nada 2

Hoy un amigo sugirió que escribiese en forma de prosa. Algunas veces lo he hecho, y he escrito muchos diarios también, desde que tenía 10 años. Y hoy no sé por qué, es uno de los pocos días en que no me siento perdida en ese "baño de opio y absenta". Quizás por eso puedo hablar con más certeza de esos días. Algunos parecen borrosos, llenos de experiencias en pupilas desgastadas que sólo tienen 22 años de duración. Hubo días, más bien muchas noches, en las que hacía cosas en las que no meditaba con anterioridad. Me dejaba caer en manos ajenas por el placer de la compasión, de la codicia de unas caricias, o del deseo de ser deseada. The feeling was written on the skin. Al día sigueinte solía despertar mareada, a veces confusa, y en otras ocasiones avergonzada. En una ocasión en particualr busqué esos antojos en un amigo que en realidad nunca fue amigo y el tiro salió por la culata. No es que haya deseado jamás jugar con nadie, simplemente le hago caso a mis instintos más carnales, a mis ganas más febriles.

Otros días me sentía melancólica, y pensando en la persona que siempre rondó por mi mente. En casi todas las ocasiones mencionadas anteriormente deseaba que esa persona fuese él. Y ahora hay que juntar las piezas que nunca volvieron a estar juntas, y remendarlas. Precisamente la noche pasada soñé que dos personas distintas de mi vida estaban invitadas a una especie de fiesta que daba. Y una de esas personas era él, the only exception. Pero yo besaba al equivocado, y al apartarme, éste se convertía en Él, pero en una versión anterior, con el pelo largo y con la barba de cinco días. Y el Él actual me miraba y se alejaba de mí con otra persona de la mano. Supongo que eso es lo que he temido todo este tiempo, que esa única excepción de mi vida se convierta en lo que ya era, en la única.

Y sin embargo sigo buscando esa sensación que hace que se te escame la piel, que tus entrañas se descompongan por fases. Pero no sólo con este ámbito de la vida, sino con todos. Deseo sentir que deseo algo. Que tengo un motivo y una razón de ser, que quizás soy la razón de ser de alguien o de algún punto de una trayectoria que a veces ha parecido absurda. Me gustan muchas cosas de la vida, como a todos. Disfruto de un cigarrillo, de unos amigos con cervezas de por medio, de un paseo por el parque, de una exposición de arte, de un campo sobre el que poder tirarme a mis anchas. Pero eso no me da la felicidad que busco, ni la compañía, ni el placer. El placer..., de que uno se sienta vivo. En otros días del pasado puede que lo sintiese, sobre todo en brazos ajenos. Y quizás no es que no lo haya perdido, sino que quizás no encontré el lote completo de lo que algunos llaman felicidad.

A fin de cuentas, ése es el fn principal de todo ser humano, el sentido de vivir: la felicidad. Si valorasemos un poco más lo que tenemos en vez de pensar sobre lo que carecemos podríamos ser un poquito más felices. Pero yo soy la primera que no se aplica el cuento. Y es que dar consejos sobre vidas ajenas siempre ha sido sencillo y placentero, lo que asusta es la introspección. Esa que abruma con solo mencionarla. Esa que pocas veces se alcanza. Supongo que tendré que buscar dentro de mí misma aquello que quiero buscar, para después tenerlo claro y avanzar. El camino es arduo, pero el impulso es lo primero que hay que encontrar.

martes, 10 de mayo de 2011

Lo que fuí un día

Me enfrento a un panorama desolador,
en una ciudad que se me antoja extraña,
en los meses de trato más crueles,
con una apariencia que sólo desagrada.

Me enfrento a lo que fui un día,
a lo que me gustaría y que no soy,
a que las hojas donde escribí mis esperanzas
sean arrastradas por el viento.

Lo que creí cierto se diluyó tiempo atrás
mientras mi cuerpo cambiaba y dejaba
de ser mío.

Lo que creí seguro se borró tal y como se borra un boceto.
Será que los años no amplían la visión de la vida,
sino que a veces la encojen y desmenuzan.

martes, 19 de abril de 2011

Nos enseñaron

Nos enseñaron cómo comportarnos.
Nos enseñaron cómo andar, cómo vestir.
Nos enseñaron cómo comer, como reir, con qué llorar.
Nos enseñaron a qué jugar.
Nos enseñaron cómo relacionarnos,
nos enseñaron en qué creer,
en qué pensar y cómo vivir.
Ya es hora de que aprendamos nosotros
como continuar nuestro camino.

martes, 12 de abril de 2011

No me ates

Nadie puede acordonar nuestro futuro,
nadie puede decirnos qué debemos hacer,
nadie debe insinuar ni provocar
volver a la misma situación.
Las cartas siempre las tenemos nosotros,
no olvides que mi futuro lo forjo yo,
que no hay deudas sentimentales
en este juego de vivir.

Cosas que ni fueron ni son

Primero fuiste una de esas personas a las que siempre dicen que te van a presentar.
Luego fuiste el chico que entraba por la puerta un viernes mientras nosotros bebíamos.
Luego tuviste nombre, conversación, carrera de arquitectura, idiomas y unos ojos preciosos.
Más tarde fuiste el chico que me besó delante de mi amiga sin más.
Después de un tiempo fuiste el chico que me llevó a casa en coche,
el que tenía una parte de atrás muy cómoda y que no ponía el aire caliente.
Con los días fuiste el chico con el que tuve citas, el que me mandaba mensajes,
el que me echaba de menos, al que mi perro rompió una camisa de franela.
Y ahora ya no eres nadie, sólo un conocido que pasó por mi vida por poco tiempo.
Pero fue divertido mientras duró.

lunes, 11 de abril de 2011

Chico que era hombre

Él se salía de lo habiual.

Era una presencia etérea, destilaba un vaporcillo asombroso cuando caminaba por la Gran Vía, y las cabezas se giraban a mirarlo. Era asombroso porque aunque tenía un agujero en su polo (su único polo rojo de marca, dado de uso en inumerables ocasiones) se las arreglaba de algún modo para seguir siendo glamuroso, para seguir captando miradas incluida la mía. Yo le agarraba de la mano, y él se dejaba. Íbamos al Starbucks, aunque nunca me gustó ese sitio. Y así me pasaba las tardes, mirándole. Anonadada, supongo que como muchas otras chicas, yo no era la única. Sin embargo, hay momentos que se quedan grabados en tu mente, aunque no sean decisivos, pero yo en la mía le veo a él, sentado en ese sillón, con actitud chula, con una pierna en el reposabrazos y las gafas de sol ajustadas al cuello de su camiseta mirándome con firmeza.

No hacía falta más que un poco de confianza. Y ese aspecto de gigoló- esos ojos azules, esos labios perfectos, y esas pequeñas pecas en sus pómulos. No era alto y sin embargo medía más que lo que aparentaba. No era un hombre fornido, pero era fuerte. En sí mismo, ni si quiera era un hombre, pero sabía aparentar que sí. Y yo agarraba su mano, le daba besos en el metro de forma apasionada, y él me mordía, y yo le mordía como respuesta. Pero sí, podría haber sido otra.

Esa voz

Todavía oigo esa voz en mi cabeza.
Me persigue, me acosa y en sueños
-me susurra.
Es un polizón en mi mente que se instaló allí.
Hace tiempo que viaja conmigo,
siempre a mi lado.
Hay veces que me acaricia,
y otras en las que me golpea.
Y dulcemente vomita palabras
que quedaron grabadas en mi cuerpo y -
en mi rojo corazón.
Murmura "volviste a caer",
me grita "eres un desastre",
y me dice "debes ser perfecta".
Ser perfecta, ser perfecta...

Sal

Vete, quiero verte marchar.
Quiero que me digas que conmigo estás peor.
Quiero que me grites que no quieres regresar.
Sal, sal de mi cuerpo, de mi mente y de mi vida.

domingo, 10 de abril de 2011

Creer

La creencia de que todo llevaba su rumbo
al final nunca fue duradera,
los atardeceres se inundaron en las pupilas
y las risas se apagaron en la desconfianza.
Creer es tarea ardua, y se descompone
como nieve bajo el sol.
Creer nos hace invencibles
y a un mismo tiempo débiles
por la codicia del deseo
de sentir que hay algo mejor.

sábado, 9 de abril de 2011

A dream

Walking on the sand,
feeding my feet,
I had a dream.
A dream about you and me.
We were walking together,
do you remember?
Those days in the sun,
enjoying each other,
kissing each other,
learning from each other.
Those days are coming back.
But I cannot help looking at the sun
and think
is it brightening this time?

jueves, 7 de abril de 2011

Presente

Hoy volví a ver la luz de sus ojos,
a probar esa miel en sus labios,
a mirar a esa cara brillante y candente
que en otro tiempo me dejó sin respiración.
Hoy volví a saborear sus licores,
a embriagarme con su suave música
y a disfrutar de cómo me atrapaba.
Vuelvo a dejarme llevar por los acordes de sus palabras,
a dejarme llevar porque a veces es mejor no tomar decisiones
sino vivir de lo que el presente nos da.

domingo, 3 de abril de 2011

Indecisión

Otra vez me encuentro perdida, perdida.
Entre no saber si dar una oportunidad a algo nuevo
o una nueva oportunidad a algo de lo antiguo.
También entre no saber si creer otra vez
o si simplemente dejarme llevar sin saber.
Si arrastrar los pies y decidir
o vagar en la oscuridad y toparme con la salida.
En ocasiones, quizás, es mejor no pensar,
lo mejor, o lo más sencillo.

domingo, 27 de marzo de 2011

Untitled 9

Durante un tiempo reí al verte llorar.
Deseé ser el dedo en tu ojo,
ser la estaca anclada en tu mano,
ser el tormento de tus sueños.
Quise ser la sombra que acapara a tu sol,
la daga en tu nuca,
el dolor en tu espalda,
el fuego quemando tu hogar,
el corte de tu respiración.
Para que no olvidases
que de una forma u otra
siempre estaré ahí.

Piezas

De un sueño roto,
piezas.
Sólo son eso, fragmentos
de lo que con pegamento
no se recompone.
Trozos
de lo que el viento
dejó atrás.
Cenizas
mojadas que poco pueden arder.
De un sueño roto,
piezas.

Todo lo que dije

Dije que no.
Que no volvería a sumergirme otra vez en la misma historia.
Que no leería aquel cuento otra vez, porque ya conocía el final.
Que volvería a verle y su sonrisa sería como la de cualquier otro.
Que no miraría a aquellos ojos con pasión,
que no me reiría de sus anécdotas,
que permanecería impasible ante su mirada.
Dije que volvería a ser yo, dije que la batalla de mi pensamiento
no se volvería a librar.

Mentí.

Aquel beso

El sonido de sus labios al besarse se prolongaba,
haciendo agonizar al silencio costante.
Un pellizco con sus dientes, un gemido reprimido,
pequeños matices de un beso grande, grande,
tan grande como la vida misma escapándose en un aliento,
en un solo roce que apenas ocupa espacio en el tiempo.
Todo un universo de sensaciones, envueltas entre su pelo,
entre sus caricias, entre sus manos aferrándose con fuerza.
El reloj se detuvo, por unos instantes
fue benévolo y cercano, recopilando todos esos años
en ese pequeño instante.
Y ése fue el último, el último beso
y el más placentero de todos.

sábado, 19 de marzo de 2011

Fracaso= Logro

¿Y qué contar tras tantos años?
No hace mucho aprendí que todo cambio es positivo, de algún modo.
Me explicaré.
Todo fracaso llega a ser un logro si aprendes algo de ello. Por lo tanto, si te caes y te levantas, no es un fracaso, sino un aprendizaje. Y es precisamente eso lo que marca el discurso de la vida, de cualquier vida. Lo que está marcado de importancia es levantarse, no el hecho de caerse.

Los pequeños detalles son los que hacen que una vida merezca la pena. Una pequeña sorpresa, una comida entre amigos, esa llamada estúpida sin sentido de alguien que no esperabas... Esos pequeños detalles día a día hacen merecer la existencia cotidiana.

Y no sé qué más decir. Si en realidad no sé por qué he empezado esta entrada...

viernes, 25 de febrero de 2011

Tirarme al gentío

En ocasiones creo que pierdo profundamente la conciencia, de lo que hago, de lo que pienso o incluso de lo que me hace sentir viva o de lo que hace que sienta que ya he empezado a morir. Y uno de esos momentos fue una de las noches en las que el alcohol me había afectado profundamente.

No sé cómo acabamos allí, en el reservado, con unos tíos completamente desconocidos que en realidad eran unos críos que daban naúseas. A mí al menos me provocaban ganas de vomitar, seriamente. Yo no quería estar ahí. Yo no quería estar en ninguna parte, porque ni si quiera tenía la fuerza suficiente para sujetar esa sexta o séptima copa que me estaba tomando. Demasiado cansada de tantas fiestas sin sentido. Demasiado cansada de ponerme ese oscuro maquillaje y salir a trotar por las discotecas sin sentido.

Y el tío vomitivo se me acercó. Mirando por el balcón, hacia la pista de abajo. Sólo veía cabezas moviéndose sin sentido. Era divertido estar ahí arriba mirando a todos esos cuerpos que se movían entre sí, que como todos los cuerpos tienen historias propias, desconocidas. Podría haber un asesino en serie ahí abajo y nunca lo sabría. Mi cabeza pensaba en todas esas cosas, mientras el ron se filtraba por mi garganta y el tío vomitivo me acariciaba las caderas. Me daba asco, un asco indescriptible. Sus ojos de águila, su nariz saliente y puntiaguda, esa saliva entre los dientes que se asomaba a través de la sonrisa que no alumbraba confianza alguna...

Sólo quería salir de allí. No quería que me tocase, y logré zafarme de él en seis ocasiones diferentes. Mientras miraba a ese gentío profundo, que era como un mar de respiraciones elocuentes. Una amiga tiene la teoría de que hay veces que notas tanto una determinada sensación que al final acabas por no sentirla. Ella lo llama "traspasar la barrera del hambre" o "traspasar la barrera del sueño". Yo sentía tanto asco por ese hombre que al final me dió igual que me tocase. Y por un segundo estuve pensando que o me dejaba hacer, o me tiraría a ese enorme gentío de ahí abajo. Al final ninguna de las dos llegó a convertirse en una realidad porque alguien me tiró del brazo, porque recobré un poco el sentido común o porque me sacaron de allí. No lo recuerdo bien.

Llegas a un punto en el que te cansas de tantos cubatas. En el que te cansas de tanta estupidez humana. En el que te cansas de seguirle el rollo a esa paranoia falsa de sonrisas en la noche; y es cuando ya te da igual que te toquen o que no; que te desgarren; que te arranquen las bragas en un baño sucio. O encontrarte en la esquina mohosa de siempre. Al fin del todo, eres uno más de ese gentío, de ese mar de cuerpos con una historia que nadie conoce; puede que ni tú mismo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Sinceridad

Si la sinceridad es una virtud,
definitivamente hay gente a la que le hace falta.
Si recordar es el castigo,
espero que se me imponga otro.
Quiero a todos fuera de mi cabeza, a todos.
Quiero ser libre y vivir mi vida, planear sin redes,
gritar sin motivo y no llorar entre bambalinas.
Quiero que me digas, que me grites que no me quieres,
que me pongas fuera de tu vida y lo notifiques,
quiero que tu presencia deje de acosarme constantemente,
quiero que me abofetees con palabras certeras;
para así poder vivir.

A veces la sinceridad es el arma más potente,
a veces la sinceridad es lo único necesario
para poder seguir sin verte en cada cara.
Si de verdad eres humano, saca las garras y aráñame,
destrózame en lo más hondo para poder volver a empezar;
mátame las ganas de seguir con esta desesperación;
para que así entre las entrañas saque un nuevo mapa que seguir.
Dime que me has olvidado y yo te olvidaré.

Hasta los cojones, estoy hasta los cojones, en serio.

domingo, 30 de enero de 2011

Como siempre, nada

Durante todo este tiempo he estado preguntándome,
buscando una explicación,
o quizás a un culpable.

Durante todo este tiempo he llorado,
he reído,
y me he mutilado la ilusión por piezas.

Luego me di cuenta de que el destino
te prepara el camino;
un camino que no sólo es tuyo, sino también de los demás.

Y ahora realmente te imagino con otra persona,
y sin embargo me da rabia. Me fatiga,
me enfurece, me da pena y lo acepto.
Todo en uno.

Salió el sol para mí una vez,
solo espero que no fuera la única.