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martes, 7 de julio de 2009

Sentimientos

El cariño no cree en las distancias.
El cariño no saca púas entre los dedos.
El cariño se forja a sí mismo.

El cariño se comparte, se expande y se desvanece
pero siempre se recuerda o renueva.


El corazón no entiende de razones.
El corazón no sabe qué depara el futuro.
El corazón intimida y se hace el tímido.
El corazón fabrica llamas y rimas,
y pasea con dolor e ilusión de ambas manos.


El odio no conoce perdón.
El odio no sabe de cielos cristalinos.

El odio expande dardos.
El odio te hace permanecer vivo
en la muerte interna de la vida.


El amor no sabe de fronteras.
El amor no sabe que puede haber desilusión.
El amor se alía con la necesidad.
El amor se alía con las vendas.
El amor no quiere y a la vez quiere
ser amigo del anterior.

La falta provoca lágrimas.

La falta es grande en potencia.
La falta brilla, brilla la ausencia
con tintes normalmente negros.
La falta rompe cuerpos y virtudes.

Los remordimientos son cargas pesadas
con las que cuesta caminar.
La ira es, a veces, incontrolable.
El hambre es, a veces, perenne.
El silencio aporta tanto como
puede llegar a arrebatar.
La soledad inunda,
la soledad es mala compañía querida.
La tristeza no te saca a pasear,
puede parecer que te abandona y luego
volver para agarrarte de la mano.
El anhelo de otro cuerpo alimenta.
La esperanza ilumina.
La ilusión reconforta
y los regalos no materiales
hacen sonreír por dentro
- y por fuera.
La vuelta te hace saltar
y los sueños nutren
y te ponen en el camino.



Hay tantas emociones
que es fácil ser presa,
presa de ellas.