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domingo, 3 de abril de 2011

Indecisión

Otra vez me encuentro perdida, perdida.
Entre no saber si dar una oportunidad a algo nuevo
o una nueva oportunidad a algo de lo antiguo.
También entre no saber si creer otra vez
o si simplemente dejarme llevar sin saber.
Si arrastrar los pies y decidir
o vagar en la oscuridad y toparme con la salida.
En ocasiones, quizás, es mejor no pensar,
lo mejor, o lo más sencillo.

domingo, 27 de marzo de 2011

Untitled 9

Durante un tiempo reí al verte llorar.
Deseé ser el dedo en tu ojo,
ser la estaca anclada en tu mano,
ser el tormento de tus sueños.
Quise ser la sombra que acapara a tu sol,
la daga en tu nuca,
el dolor en tu espalda,
el fuego quemando tu hogar,
el corte de tu respiración.
Para que no olvidases
que de una forma u otra
siempre estaré ahí.

Piezas

De un sueño roto,
piezas.
Sólo son eso, fragmentos
de lo que con pegamento
no se recompone.
Trozos
de lo que el viento
dejó atrás.
Cenizas
mojadas que poco pueden arder.
De un sueño roto,
piezas.

Todo lo que dije

Dije que no.
Que no volvería a sumergirme otra vez en la misma historia.
Que no leería aquel cuento otra vez, porque ya conocía el final.
Que volvería a verle y su sonrisa sería como la de cualquier otro.
Que no miraría a aquellos ojos con pasión,
que no me reiría de sus anécdotas,
que permanecería impasible ante su mirada.
Dije que volvería a ser yo, dije que la batalla de mi pensamiento
no se volvería a librar.

Mentí.

Aquel beso

El sonido de sus labios al besarse se prolongaba,
haciendo agonizar al silencio costante.
Un pellizco con sus dientes, un gemido reprimido,
pequeños matices de un beso grande, grande,
tan grande como la vida misma escapándose en un aliento,
en un solo roce que apenas ocupa espacio en el tiempo.
Todo un universo de sensaciones, envueltas entre su pelo,
entre sus caricias, entre sus manos aferrándose con fuerza.
El reloj se detuvo, por unos instantes
fue benévolo y cercano, recopilando todos esos años
en ese pequeño instante.
Y ése fue el último, el último beso
y el más placentero de todos.

sábado, 19 de marzo de 2011

Fracaso= Logro

¿Y qué contar tras tantos años?
No hace mucho aprendí que todo cambio es positivo, de algún modo.
Me explicaré.
Todo fracaso llega a ser un logro si aprendes algo de ello. Por lo tanto, si te caes y te levantas, no es un fracaso, sino un aprendizaje. Y es precisamente eso lo que marca el discurso de la vida, de cualquier vida. Lo que está marcado de importancia es levantarse, no el hecho de caerse.

Los pequeños detalles son los que hacen que una vida merezca la pena. Una pequeña sorpresa, una comida entre amigos, esa llamada estúpida sin sentido de alguien que no esperabas... Esos pequeños detalles día a día hacen merecer la existencia cotidiana.

Y no sé qué más decir. Si en realidad no sé por qué he empezado esta entrada...

viernes, 25 de febrero de 2011

Tirarme al gentío

En ocasiones creo que pierdo profundamente la conciencia, de lo que hago, de lo que pienso o incluso de lo que me hace sentir viva o de lo que hace que sienta que ya he empezado a morir. Y uno de esos momentos fue una de las noches en las que el alcohol me había afectado profundamente.

No sé cómo acabamos allí, en el reservado, con unos tíos completamente desconocidos que en realidad eran unos críos que daban naúseas. A mí al menos me provocaban ganas de vomitar, seriamente. Yo no quería estar ahí. Yo no quería estar en ninguna parte, porque ni si quiera tenía la fuerza suficiente para sujetar esa sexta o séptima copa que me estaba tomando. Demasiado cansada de tantas fiestas sin sentido. Demasiado cansada de ponerme ese oscuro maquillaje y salir a trotar por las discotecas sin sentido.

Y el tío vomitivo se me acercó. Mirando por el balcón, hacia la pista de abajo. Sólo veía cabezas moviéndose sin sentido. Era divertido estar ahí arriba mirando a todos esos cuerpos que se movían entre sí, que como todos los cuerpos tienen historias propias, desconocidas. Podría haber un asesino en serie ahí abajo y nunca lo sabría. Mi cabeza pensaba en todas esas cosas, mientras el ron se filtraba por mi garganta y el tío vomitivo me acariciaba las caderas. Me daba asco, un asco indescriptible. Sus ojos de águila, su nariz saliente y puntiaguda, esa saliva entre los dientes que se asomaba a través de la sonrisa que no alumbraba confianza alguna...

Sólo quería salir de allí. No quería que me tocase, y logré zafarme de él en seis ocasiones diferentes. Mientras miraba a ese gentío profundo, que era como un mar de respiraciones elocuentes. Una amiga tiene la teoría de que hay veces que notas tanto una determinada sensación que al final acabas por no sentirla. Ella lo llama "traspasar la barrera del hambre" o "traspasar la barrera del sueño". Yo sentía tanto asco por ese hombre que al final me dió igual que me tocase. Y por un segundo estuve pensando que o me dejaba hacer, o me tiraría a ese enorme gentío de ahí abajo. Al final ninguna de las dos llegó a convertirse en una realidad porque alguien me tiró del brazo, porque recobré un poco el sentido común o porque me sacaron de allí. No lo recuerdo bien.

Llegas a un punto en el que te cansas de tantos cubatas. En el que te cansas de tanta estupidez humana. En el que te cansas de seguirle el rollo a esa paranoia falsa de sonrisas en la noche; y es cuando ya te da igual que te toquen o que no; que te desgarren; que te arranquen las bragas en un baño sucio. O encontrarte en la esquina mohosa de siempre. Al fin del todo, eres uno más de ese gentío, de ese mar de cuerpos con una historia que nadie conoce; puede que ni tú mismo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Sinceridad

Si la sinceridad es una virtud,
definitivamente hay gente a la que le hace falta.
Si recordar es el castigo,
espero que se me imponga otro.
Quiero a todos fuera de mi cabeza, a todos.
Quiero ser libre y vivir mi vida, planear sin redes,
gritar sin motivo y no llorar entre bambalinas.
Quiero que me digas, que me grites que no me quieres,
que me pongas fuera de tu vida y lo notifiques,
quiero que tu presencia deje de acosarme constantemente,
quiero que me abofetees con palabras certeras;
para así poder vivir.

A veces la sinceridad es el arma más potente,
a veces la sinceridad es lo único necesario
para poder seguir sin verte en cada cara.
Si de verdad eres humano, saca las garras y aráñame,
destrózame en lo más hondo para poder volver a empezar;
mátame las ganas de seguir con esta desesperación;
para que así entre las entrañas saque un nuevo mapa que seguir.
Dime que me has olvidado y yo te olvidaré.

Hasta los cojones, estoy hasta los cojones, en serio.

domingo, 30 de enero de 2011

Como siempre, nada

Durante todo este tiempo he estado preguntándome,
buscando una explicación,
o quizás a un culpable.

Durante todo este tiempo he llorado,
he reído,
y me he mutilado la ilusión por piezas.

Luego me di cuenta de que el destino
te prepara el camino;
un camino que no sólo es tuyo, sino también de los demás.

Y ahora realmente te imagino con otra persona,
y sin embargo me da rabia. Me fatiga,
me enfurece, me da pena y lo acepto.
Todo en uno.

Salió el sol para mí una vez,
solo espero que no fuera la única.

viernes, 5 de noviembre de 2010

el del fracaso

Ahora por primera vez siento que se aproxima.
Bajo el cristal de la objetividad, oculto, está el dolor.
Lo que nunca es esperado y siempre se repite,
lo que temporada tras temporada regresa,
un otoño acumulado en el corazón
que ahora sólo puede
mudar las hojas once again.

sábado, 21 de agosto de 2010

Tengo todavía el sabor de tu colonia en mi lengua.
Siento tu tacto en la nuca, tu dedo ronroneando en mi pelo,
7 piezas de tu sonrisa en un aparato electrónico
y dos pies buscando los míos a la hora de la siesta.

Sólo me faltas tú.

lunes, 19 de julio de 2010

2 años

Ya casi dos años desde que sonó esa frase estúpida.
Dos años escondidos en un baúl,
un océano de peces
chisporroteantes
ante una duna en el mar.
Un calambre en la pierna que ya dura 2 años.

No quiero morder, al final, un limón.

jueves, 15 de julio de 2010

Desastre

Un desastre. Sólo soy un desastre.
Un desastre más de esa carta que no escribiste.
Un desastre más de ese fuego que apagaste.
Un retazo de las fotos que algún día poseíste,
un retazo de un recuerdo que algún día olvidaste.

Me olvidaste a mí, al desastre.
Al que siempre acaba llorando
por aquello que no hiciste.
Y entre cartas, fotos, recuerdos y fuego
sigo esperando a que me enciendas
o devuelvas aquello que prometiste.

jueves, 8 de julio de 2010

Un mal reflejo

Un día me levanté. Un día importante.
Me miré en el espejo, y vi algo.
Yo ya no era yo. Ya no era yo misma.
Busqué dentro de esos ojos que me miraban,
algo que se pareciese a lo que conocía.
Alguien me había suplantado, alguien horrendo.
Empecé a odiar lo que veía.
A sentir impotencia. A reírme para no llorar. A taparme los ojos.
Y así empezó la historia, la historia del cuerpo lánguido.

Una historia como muchas otras, no la peor, sino una más.

Lágrimas

Los esquejes de la piel
aún húmedos y cansados.
Rota la esperanza,
la poca que quedaba en el espejo.
Luz intermitente.
Se seca y se empapa.
Se sienta en el balcón
y lanza un "¿por qué?" a la noche.

No hubo respuesta.

martes, 18 de mayo de 2010

La búsqueda

Busqué una gota de agua dulce en el mar.
Busqué el susurro del mudo optimista.
Busqué las ganas de perderlo todo.
Busqué un río en el desierto,
una lágrima en las nubes,
una risa de niño en un cuerpo anciano,
busqué la vida en un cuerpo cansado de vivir.
Busqué la perfección, busqué el imposible.
Ya es hora de dejarlo, ya es hora de parar.
Ahora lo único que toca es buscarse a uno mismo.

domingo, 16 de mayo de 2010

Otra tontería

Me arrepiento de las tonterías que hice,
me arrepiento de aquellas que confesé,
y de todas aquellas de las que nunca hablé.

Me arrepiento de haberme escurrido en la nada, de convertirme sólo en un punto, y ahora, de no poder agrandar. Pero el cambio es lento y frustrante, y me saca de quicio. Y ahora creo que soy una decepción, una decepción en mi vida y probablemente en la de otros. El suelo que piso es un error, pero ya no sé cómo salir de él. No hay apoyo que me afirme, no hay apoyo que me calme. Sólo espero que nunca llegue a ser "demasiado tarde".

Hoy no es

Hoy echo de menos el cielo,
el sol brillante de la estampa en mi postal,
la sonrisa entre lágrimas que sale en confianza,
las amapolas que se abren al nuevo amanecer.
Pero hoy no es ese día.
Hoy me hundiré en la cama,
mientras la vida sigue su curso,
mientras yo espero al tiempo que nunca volverá,
mientras siento que ya perdí esta partida,
mientras aguardo el momento de volver a empezar.

lunes, 10 de mayo de 2010

Hay que decir "basta ya"

Bueno, hoy creo que sería incierto empezar una entrada diciendo: "hoy me he dado cuenta de que...", ya que sería mentira. Sin embargo, ¿cuánto está dispuesta a aguantar una persona? ¿Cuántos océanos de paciencia debe poseer un mismo cerebro? Yo reconozco que he cambiado, soy mucho más paciente, puede que por ser tauro, pero todo tiene un fin. Pecaré de ser demasiado comprensiva, de agradar a la gente, y en ocasiones, si bien parezco fuerte y decidida, no encuentro el modo de decir "no".

Tras la ofensa de la gente que ha pasado por mi vida, y que duró muchos años cual pesa de cien kilos sobre mis hombros, asumo y admito que los límites me aferraron. Los límites del aguante, los límites de las descalificaciones. Y aunque parezco ser honesta (que lo soy) también parezco ser fuerte, pero empiezo a dudarlo. Todos llevamos un ser frágil entre nuestro underwear, y no fisícamente hablo, sino psicológicamente. No sé si considerar lo recientemente acontecido como un golpe, pero ya es mucho. Y ese mucho es demasiado.

No obstante, ya no se puede pedir más de mí. Si una palabra definiera mi estado de ayer sería furia, impotencia, rabia, y muy a mi pesar, autodestrucción. Señores, no se puede ser perfecta. Mi vaso se está llenando, y pronto se desbordará- puede que rompra el cristal en varios ojos ajenos y en los míos propios- pero no se puede pedir más.

Hay que decir que no, hay que decir "basta ya", no hay que supeditarse a los demás. Ésa es la conclusión.

sábado, 8 de mayo de 2010

Tiempo que corre

Hace mucho que las estrellas
acordonan su futuro.

Bajo un mar de vino tinto
sus esperanzas se ahogan
entre los suspiros del recuerdo
y el paso de los días.

En el espacio de esa corta vida,
finge y se desliza,
arrastrándose en el viento.

Un beso en la mejilla y una sonrisa
que encarna la imagen de un lloro.

Y aún no ha dicho nada,
nada que no sepamos ni que sepamos.

Los amantes

Eran dos.
Como los amantes de Teruel.
Entre sus manos el tiempo no pasaba,
se apretaban, como palomas en el desierto.
Fijaban los ojos en las nubes,
construían estrellas con miradas,
resbalaban por el orificio de un árbol vivo.

Pasaban las noches sin pedir nada a cambio,
recordaban historias de buques y piratas,
saltaban vallas, corrían por las aceras mojadas,
resbalaban en la cama y en la alfombra,
Recordaban al carpe diem como un himno,
sollozaban con Hawthorne, y Shakespeare.

Al fin y al cabo, se agrraban de la mano
en el curso de la vida. Lo más simple
y más certero, es que se querían.

martes, 27 de abril de 2010

Un nuevo amanecer

A veces llegamos al cruce
en el que las opciones de la vida
no siempre se comprenden.

En el que no hay que caer
ni ceder tampoco a la desesperación.

Será que en los momentos de premura
debo hacer más de lo que podría decir.
Y si aún así una historia termina,
hay que exprimir su jugo antes de que eso ocurra.

Porque quizás el mundo no acaba aquí,
sino que el telón se cierra para dar paso
a un nuevo amanecer.

sábado, 24 de abril de 2010

Capaces de sentir

Será que los años
amplían la visión de la vida.

Será que la madurez
no se mide en pensamiento,
sino en actos.

Será que aunque no comprendamos,
somos capaces de sentir
y de, a veces, aprender.

Y los tesoros de la vida
no son regalos ni obsequios,
sino detalles y momentos.

lunes, 12 de abril de 2010

Ahora es ahora

No debo pensar en el futuro
de un resplandor vivo en el presente,
que puede que llegue a ser un eco.
Sólo debo creer en los minutos
que transcurren entre tus manos y las mías.
Si las vivencias de un tiempo
destilan más de una verdad, sólo cabe esperar
que lo que se cree certero siga siéndolo,
aún bajo las dunas del reloj del despertar-
ese que advierte de la alarma de los hechos,
ese que marca una hora para dejar de soñar.

viernes, 2 de abril de 2010

Presencia

Veo tu cara en los lugares más lejanos.
Tu presencia me acosa, me priva de los recuerdos más carnales.
Me patrocina las ideas, anuncia una llegada.
Ocupa la dirección de mi película,
de las manos sentenciosas que siempre van al mismo lugar.
tu presencia me hace ser patológica.