Etiquetas

martes, 11 de agosto de 2009

Carta que nunca envié

Hola, ¿qué tal? Espero que bien.
No sabía cómo empezar esta carta, teniendo en cuenta que hace tanto que no nos vemos...

¿Qué haces ahora? ¿Sigues estudiando? ¿O trabajas? ¿Te acuerdas todavía de la cerveza que me debes? Me encantaría saber de ti, tomar una caña y charlar tranquilamente. Espero que ahora la vida te trate bien, que tu pierna se haya curado y que no tengas más problemas. ¿Qué tal está tu madre? Mándale saludos de mi parte.

¿Qué fue lo que nos pasó? Dime, ¿qué fue? ¿Por qué ya no hablamos? ¿Por qué no llegamos nunca a decirnos "te quiero"? Dime, ¿qué fue?. ¿Aún recuerdas esos días de verano, cuando yo te esperaba a la salida de la Renfe? Recuerdo el día en que desayunamos juntos y me manchaste de mantequilla. Recuerdo lo que vino después. Y ahora dime, ¿qué fue?.

Me alegraría que contestases a esta carta. ¿Tienes novia? ¿Te va bien? Yo al final sí supe qué hacer cuando desapareciste. Yo al final sí dije te quiero, aunque al final acabé pensando en ti.


No me culpes, hoy ya no, ha pasado mucho tiempo. Pero aún es fácil recordar esos besos, ese vagón de tren abarrotado de gente. Aún resulta fácil acordarme de ti.

Saludos, mucha suerte en esa, tu vida.
No diré que te echo de menos, hoy ya no, ha pasado mucho tiempo.