Juventud,
divino tesoro,
esa que te hace sentirte
ruborizado,
o en ocasiones
eufórico,
en momentos compartidos
con aquellos como tú.
Juventud,
que se escapa y no vuelve,
aunque siempre
te sonríe
si la recuerdas.
Guiños locuaces,
sonrisas, tontería suma,
diversión,
amor y desdichas;
y todos parecen enormes
cuando gozas de ella.
No la mires pasar,
agárrala,
y bésala con fuerza.