Ya está bien, señores.
¡Lo que yo quiero es expresarme, como yo desee y con las acepciones léxicas o verbales que yo ose disponer, coño!
Romper las barreras de la hipocresía humana y gramatical que anida en los cráneos de tanta y tanta populación ostentosa, que posiblemente no alberga ni albergará la posibilidad de intentar ampliar su comprensión difícilmente localizable...
¡Cuán bello y maravilloso debe de ser escribir de temas tales como el sexo sin el pudor que los años imponen a las creencias que siempre se tuvieron! Presupongo que empezaré a hacerlo próximamente.
Eso es lo que yo quiero, he dicho.