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miércoles, 13 de mayo de 2009

Otro sin sentido, pero verídico

Por segunda vez, y en muy poco tiempo, voy a hablar claro.

No he escrito nada decente desde hace mucho tiempo. Y lo poco decente que he escrito... Bueno, no me atrevo a publicarlo. Las expresiones directas de mis propios sentimientos son algo que mi pudor no me permite mostrar.

Quizás la gente tenga razón cuando dicen que nunca saben cómo reaccionaré, ni en que pienso, ni qué sentimientos exactos albergo de un momento para otro. Porque cambian, al igual que mis estados de ánimo. Y a veces hasta me sorprenden, incluso después de tantos años conviviendo conmigo.

Ahora me doy cuenta de algo más escalofriante: y es que mis sensaciones hacia alguien que hace lo mismo son negativas, muy negativas. Para expresarnos con total claridad: me jode la gente así, no soporto el no saber lo que piensa la otra persona. Me percaté de ello hará casi dos años, y ahora sé que, si es eso lo que me molesta, entonces debería odiarme a mí también.

¿Y por qué no? Probablemente me odie, al igual que existe la gente edonista, puede existir el rostro de lo contrario, de esa bipolaridad de la que ya he hablado. Pensaba que me odiaba por otros motivos, que esto era un punto a mi favor. Pero al verlo desde fuera... Las conclusiones son completamente distintas.

Otra estupidez nocturna que mañana no tendrá sentido.