Estrellas y montañas.
Blanco y azul marino.
Sonrisas, comida mal preparada.
Calcetines en el suelo.
Empieza la diferente vista
de mi propia noche en Madrid.
Vasos vacíos en una bolsa sin papelera.
Cigarrillos apagados.
Sólo una cama.
Un cordón atado a tus pantalones.
Mirada viciosa.
Desorden acumulado.
Ropa volando rauda entre risas.
Panceta, pan.
La horma de mi zapato.
La horma de tu zapato.
Una manta que siempre me quitas.
Cena de repuesto.
Películas adormecedoras.
Un "buenas noches".
Un "¿tú tampoco puedes dormir?".
Envoltorios cuadrados.
Un impacto.
Te desabrocho la boca.
Baja esa mano.
Conversación sobre experiencias.
Un "buenos días" después.
Todo esto y mucho más
son esas pocas noches nuestras.