Etiquetas

lunes, 9 de febrero de 2009

Fuera

La mente embriagada, el corazón pesado y lejano de su región.

Un hormigueo que recorre la sensatez, embaucándola hasta el límite de la cordura, hacia la locura del final de los días. El desgarro de unos recuerdos que pesan en el cuerpo, de los años de fatigas, presa de la desesperación y de los pensamientos amargos.

La soledad reclama lo que es suyo, se apropia de esos restos de antaño, de esas épocas que en su día fueron de conquistas y celebraciones.

La luz apagada, irreconocible de unos ojos cerrados, como la caída del día sobre el trémulo valle. El cabello nublado y las manos como el largo recorrido de un río; encerrados ambos en un cuerpo joven y aún así marchito.

2005