Etiquetas

martes, 10 de febrero de 2009

Reclamación indecente

Con descaro
me cuelo
en ese ascensor
que baja a tu velero

Le echo un pulso
a la ironía.
Que se sorprende
si le hurto.

Entre el tumulto
de palabras
brutas, alocadas,
te usurpo

el tiempo que reclamo
como mío, para ofrecerte
ese placer
que viene en ramo.

Ramo de historias
vivientes,
hirientes llenas
de euforia.

Para quitarte
esa canción maldita
y una noche atrevida
poder darte.