Etiquetas

martes, 10 de febrero de 2009

Por no llorar

Por no llorar me agarraba al aire para no perderme.
Por no llorar besaba el agua para calmar mis penas.
Por no llorar sangraba días y mares.

Me perdía entre moteles de carretera, sin bastón de peregrino y sin maleta por no inundarme en las olas del asfalto, con la nostalgia a las espaldas. Por no hundirme en mis pensamientos.

Me metía un flotador en la mente, atado con una cuerda al ombligo, para no naufragar en esa vida loca y sin vodka. Entre chupitos y pies descalzos. Enloquecía en medio de árboles. Perdía mis minutos y mis cabellos entre la abigüedad de comprender y fallar.
Erraba y me sentía errante.

Construía historias de piratas, con buques que navegaban perdiendo tesoros, regalando botellas vacías, piratas acompañados de mirlos y no de loros. Venía cargada de collares de plástico y tizas transparentes.

Por no llorar salía a las tardes de invierno. Me perdía en esa espiral de aceras y me agitaba entre esa masa de cuerpos, abrigos y sombreros nevados que nevaban en mi cara. Daba tumbos entre esquina y esquina.

Por no llorar abandoné mis horas y mis vidas muertas. Por no llorar reprimí mis ilusiones y mis fallos.